Así es la cabecera de 'La Casa del Dragón', que mantiene las señas de identidad de 'Juego de Tronos'

Los fans de 'La Casa del Dragón', la precuela de 'Juego de Tronos', están de enhorabuena. Uno de los rasgos más icónicos y queridos de la serie original llega a su sucesora: la intro, omitida en el primer episodio al ser sustituida por un prólogo que pone en contexto la trama, trae de vuelta el estilo y la estética de la predecesora. Y más aún, la melodía legendaria de Ramin Djawadi vuelve a sonar tres años después.

Plagada de alegorías y siguiendo un recorrido aéreo, como es ya tradición, la intro comienza con un relieve mecánico que muestra una imagen de dragones entre volcanes, representando la antigua Valyria, civilización originaria de los Targaryen y sus bestias. Al activarse, de la pieza brota un chorro de sangre, simbolizando la Maldición, catástrofe desconocida que acabó con el imperio, y su reguero avanza por una descomunal maqueta. En su fluir, el río de sangre va activando distintos engranajes, uno para cada miembro de la dinastía Targaryen, algunos con su corona esculpida. Aquellas que se llenan de sangre marcan la muerte del personaje, mientras que las que mantienen su relieve intacto identifican a los vivos. Recorriendo esta especie de laberinto de piedra, con paredes en las que se pueden ver relieves de dragones, finalmente se muestra que la edificación no es otra que la antigua Valyria. Los canales por los que la sangre fluye van a morir a un pozo central, con el emblema del dragón tricéfalo iluminado por llamas: "Sangre y fuego".

Así, 'La Casa del Dragón' resume la importancia de un siglo de historia de Poniente, con un árbol genealógico que nos lleva hasta el reinado de Viserys I y los interrogantes que su sucesión desencadena. La sangre constituye una doble metáfora: por un lado, la importancia de la línea familiar de la familia gobernante, y por otro, el legado de violencia, guerra y conquista que llevan a sus espaldas.

Protagonizada por Emma D'Arcy, Matt Smith, Milly Alcock, Olivia Cooke, Paddy Considine, Emily Carey, Eve Best y Steve Toussaint, la serie de HBO Max ha logrado el récord histórico de espectadores en un estreno de la plataforma.