Subforo de La cocina de Salomé
FanFic ||1x01: Encuentro en la tormenta|| ABIERTO
FanFic ||1x01: Encuentro en la tormenta|| ABIERTO
Relato
La semana antes de la noche de fin de año, Julia planea las compras navideñas mientras se hace a la idea de pasar sola un año mas, ella es una científica retirada. Ricardo se acaba de divorciar y tiene pocas ganas de celebraciones, aún así, sus hijas le convencen a que se anime y haga sus compras navideñas también. En pleno centro comercial Julia y Ricardo se conocen, y aparentemente salta la chispa. Hasta que ambos tienen que ir lidiando con los incovenientes de su día a día.
PERSONAJES
Ricardo: DaniVilla
Julia: RicarJulista99
Si próximamente necesitamos mas personajes, ya se verá
CAPÍTULOS
1x01: Encuentro en la tormenta
1x02: Tu fragancia
1x03: Desengaño
1x04: La calle París
1x05: Lluvia en la mirada
1x06: Incierto final
¿HABRÁ SEGUNDA TEMPORADA?
|| 1x01 ABIERTO ||
EL
Marcaban las 7:15 en su despertador, el sol no había salido todavía y Ricardo ya comenzaba a abrir los ojos poco a poco, mientras que se acercaba esa temida hora, el momento del día que mas odia Ricardo. Levantarse. El despertador comenzó a sonar y mientras lo miraba con desprecio, hacia el amago de levantarse sin mucho éxito. De repente su móvil sonó durante unos pocos segundos, los suficientes como para darse cuenta de que su día había empezado, otro solitario y simple día para él. Cogió su teléfono con sueño y observó que era una llamada de su Jefa. Ricardo trabaja en una revista como recepcionista. Una revista llamada "Beacoup Magazine", supuso que sería para encargarle alguna otra llamada. Ricardo marcó de nuevo el número e intento ponerse en contacto con su jefa.
Ricardo ¿Señora Alvarado? Acabo de recibir su llamada, ¿que necesita?.
Jefa Verás Ricardo, ha surgido una tarea imprevisible, de la que tendrás que hacerte cargo.
Ricardo ¿De que se trata? Preguntó Ricardo con un aire de preocupación
Jefa Tendrás que ir a repartir unos folletos de nuestra revista al centro comercial de la ciudad.
Ricardo Pero, Señora Alvarado, esa no es mi especialidad, no tengo don de gen...
Antes de que Ricardo pudiese terminar su frase, su jefa le cortó
Jefa Oye Ricardo, estamos hasta arriba, te espero aquí en menos de media hora. Mas te vale aparecer...
Ricardo colgó el móvil enfadado y lo tiró contra la cama, mientras se arreglaba y salía de casa. Sus hijas estaban con su madre esa semana porque Ricardo estaba separado de su mujer. A si que, la semana que no le tocaba con ellas, notaba mas libertad. Llegó a "Beacoup Magazine" alrededor de las 8:10 de la mañana. Allí estaba esperando a la Señora Alvarado para que le diese los folletos que tendría que repartir. Entonces apareció con un montón de papeles que le hacían publicidad a la revista en la mano.
Jefa Ricardo, toma, esto es para ti. Tienes que repartirlo, todo. No te puedes dejar ni uno.
Ricardo ¿Hablas enserio? Esto es demasiado para mí. Yo no puedo sólo. dijo con un tono de indignación
Jefa Lo sé, por eso no irás solo. Te he asignado a una persona muy especial para mí. Ella es mi sobrina Julia. Es científica en prácticas, pero no le va muy bien, a sí que, ella te ayudará.
En ese momento Julia salió de una de las salas de la oficina de la revista con paso firme y seguro y a paso moderado se acercó a su tía. Y amablemente se presentó, mientras miraba de reojo a Ricardo
Julia: Hola, encantada, me llamo Julia Wilson. Y te voy a acompañar a repartir los folletos.
Montero le tiende la mano y sonríe casi sin esfuerzos. Fijándose en cada detalle de la sudodicha. Pero la chica le mira con una sonrisa enorme en sus labios y en sus ojos se puede ver como refleja la luz.
El hombre se presenta y le tiende la mano. Se queda un rato parado, mirándola. Pero la Sñra Alvarado le devuelve al mundo interrumpiendo sus pensamientos.
Jefa: Bueno, espero que os vaya muy bien, suerte y adelante, que ahora sois un equipo.
Ambos se fueron hacía el coche de la empresa, que estaba aparcado en la calle, el hombre conducía y Julia y el casi no hablaban, pero la joven le intentó sacar tema, y finalmente lo consiguió.
Julia: Ayer me fui a la playa a correr, como cada día y la verdad es que bueno, me encanta el mar, así que me tumbé, no se bien porque, pero vi pasar unos barcos, preciosos, si, siempre me han gustado los barcos. Mi tía tiene uno y algunos veranos me iba por el mundo viajando. No se, me relaja muchísimo. Es tan bonito y tan ... perfecto, si perfecto, esa es la palabra...
Dijo tratando de cortar la tensión definitivamente
Ricardo ¿Y a que se dedica, señorita Wilson?
La joven le miro dulcemente, parecía que ya no costaba tanto hablar. Y la conversación surgia sola. El ambiente era agradable y los dos se sentían muy cómodos. De vez en cuando se dedicaban alguna que otra mirada
Dijo, mientras se le borraba la sonrisa de la cara sin él apenas darse cuenta
Ricardo: Julia, ya hemos llegado.
Ricardo abrió la puerta del coche y bajó sujetando los folletos con su mano derecha
La chica ahora se sentía más libre, con más tranquilidad a la hora de hablar, parecía que con el podía hablar sin problema alguno. Decía lo que sentía, se sentía tan a gusto con el que apenas se daba cuenta de las cosas de su alrededor.
Ricardo la miro de nuevo y esta vez le pareció contemplar un angel, se sentía enamorado
La chica lo miraba con detenimiento, se fijaba en todos sus detalles. Su color de pelo, con un tono rubio que no llegaba a serlo del todo, era una mezcla muy bonita. Su boca, sus gruesos labios lograban hacerle sonreir. Su cuerpo, su forma de ser ... Todo le empezaba a gustar de una forma muy especial. Pero lo que mas le cautivó fueron sus dulces ojos. Si, esos ojos azul marino que tanto le recordaban al mar. En ellos podía pasarse el resto de su vida.
Julia: Lo acabas de conocer, tal vez sea muy pronto para algo.
Estas eran las palabras que resonaban en su cabeza. ¿Y si empezaba a sentir algo? No queria precipitarse. Aunque nunca se sabe lo que está por venir...
Si quiere nos encontraremos en la salida de nuevo ¿vale?
Ricardo trató de alejarse lo mas rápido posible para calmar sus nervios, pero la doctora trató de retenerle
Esta le agarró cuidadosamente del brazo.
Julia: Ten mucho cuidado. Y cuando acabes enviame un mensaje. Toma, este es mi número.
La chica se despidió del hombre y mientras se iba, giraba su cabeza para mirarlo. Era realmente atractivo, aunque su mente evitaba pensar sobre ese tema. No sabía el porque pero la joven tenía un presentimiento. Y no sabía si era bueno o malo ...
O al menos eso esperaba él
Ricardo tardó al rededor de unos treinta, treinta y cinco minutos en repartir toda la propaganda impuesta por su jefa. Y al terminar, no dudó en coger el telefono y llamar a esa joven que tanto le gustaba. Julia
Ricardo: Por móvil ¿Julia?
Julia (Por Telefono): - ¿Ricardo te encuentras bien? Ha habido una explosión en el centro comercial. Hay muchas personas heridas a las quales estoy intentando ayudar. ¿Se encuentra bien?
Se oían voces desgarradas de fondo. Algunos gritos. Pero sobretodo gente desolada. Gente llorando...
En ese justo momento, entre la multitud enloquecida, que trataba de huir del pánico, alguien empujo a Ricardo por detrás, provocando que su móvil cayese al suelo y dejandole incomunicado de Julia
Ricardo: Mierda, ¿y ahora que hago?
Ricardo miró hacia el suelo angustiado tratando de recuperar los pocos pedazos de su telefono que le quedaban, cuándo de repente se dió cuenta de una cosa, entre todos los cables y enredos, había una nota con un número de telefono dentro, que no pertenecía a España
Ricardo: ¿Que? ¿Que coño es esto?
Se agachó curioso a recoger tal notita, que nunca antes había visto en esas circunstancias, el número pertenecia a Canadá, un prefijo telefonico que el reconoció al instante
Ricardo: Me lo guardaré, quizás me haga falta, pero ahora como voy a ponerme en contacto con Julia.
Una fria sensación le embargaba, su cuerpo se estremecía, sabía que nada bueno estaba por venir. En ese momento, el pánico, reinaba en su cuerpo, y en su mente.
La chica se encontraba al borde de la desesperación. No sabía como reaccionar ya que la gente de su alrededor pedía ayuda médica, pero ella no podía hacer nada. En medio de tanta voz se escuchaban gritos de un niño que reclamaba a su madre a sollozos. Esta no dudó ni un segundo en socorrerle. Al acercarse pudo ver como se desangraba. La joven lo curó y limpió y lo dejo con su madre. La qual estaba muy agradecida de la contribución de la chica
Julia: Ricardoooo!! Ricardooo!
Las voces de la gente eran cada vez mas grandes. La doctora se sentía un poco mareada, pero siguió caminando, quería encontrar al hombre. Ahora se dirigia hacía la zona donde supuestamente estaba repartiendo folletos antes del accidente.
La chica se abrazó a el lo más fuerte que pudo, se encontraba realmente preocupada por el, lo de la explosión le había llegado muy al fondo. ¿Que había ocurrido? Aún quedaban muchos misterios que resolver...
Ricardo se montó en el coche esperando a que Julia lo hiciese
La chica estaba indecisa. Aun que sabía que lo mejor era marcharse. Pero ella no podía irse dejando a merced de la muerte algunas personas. No sabía que hacer...