Oriol ha crecido y......

Así es, a mí siempre me pareció un muñeco hinchable. Ahí sin gestos ni expresión ni sentimientos.

Pero teniendo a la pedorra esa con cara de gilipollas y carácter de gilipipollas prepotente es difícil que el hijo no salga a ella.

Yo no me creo que pueda estar preocupado por donde esté su madre, si mi madre me llega a dar una infancia y adolescencia de mierda, como le ha dado Inés a Oriol estaría deseando que desapareciera en la India.