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capitulo jueves 11 de enero de 2007
capitulo jueves 11 de enero de 2007
me gustaría que, por favor, alguien me contara el capítulo que reseño el título: jueves 11 de enero de 2007, ya que no pude verlo.
Te lo resumo así por encima:
Antonio dejó, en el capítulo anterior, una deuda de 250.000 pts. en la sala de apuestas donde solía jugar. Justo el día en el que cumple un mes de ello, al irse a subir al coche, aparece un matón, que le amenaza con una navaja, y le dice que si no le paga en 24 horas el dinero que le debe, va a tener un problema muy gordo.
Antonio se esfuerza entonces por conseguir el dinero. Aprovechando que su socio de la imprenta está enfermo y no va a trabajar, se dedica a visitar a todos los clientes que deben dinero a la imprenta, para intentar cobrar. Pero no consigue que le paguen más que pequeñas cantidades. Entonces llama por teléfono al prestamista, para pedirle que le amplíe el plazo para devolverle el dinero, pero éste le dice que ya no es responsable de su deuda, que ésta ha sido vendida a otra persona, y que él ya no puede hacer nada. Desesperado, se gasta 1.000 pts. en una serie completa del cupón de los ciegos, con la esperanza de que le toque el premio y le saque de sus apuros, aunque como es lógico, no le toca nada.
Mientras sigue intentando conseguir dinero, Antonio se entera de que su hermano, junto con Paquita, están interesados en comprar el bar y el comedor de Tinín, para poner su propio negocio, y que su hermano dispone de unas 400.000 pts, que le dieron de indemnización en su despido de la Citroen, en Francia, y de algunas tierras en el pueblo que pretende vender. Tinín les pide 500.000 pts. por el negocio, y Miguel sigue intentando regatear con él, para conseguir una rebaja en el precio. La cosa se queda así, pero lo cuento porque sospecho que es algo muy importante para el desarrollo de la trama principal en próximos capítulos.
Mercedes, mientras tanto, acude con Clara a un rastrillo benéfico que organizan las marquesas para las que ha diseñado algunos trajes, para pedirles que declaren a su favor, y así demostrar ante la ley que los diseños que están vendiendo son suyos, y no de su ex-socia. Pero las marquesas no se muestran dispuestas a colaborar, y se desentienden totalmente del tema.
Al final del día Antonio sólo ha conseguido algo más de 50.000 pts para descontar de su deuda. En casa dice que se va a quedar a vigilar la imprenta por la noche, y una vez allí, preparara esa cantidad por una parte (50.000 pts), y se guarda otra pequeña cantidad en un calcetín. Cuando llega el matón a cobrar le dice que sólo ha podido conseguir ese dinero, y que necesita un aplazamiento. El matón se pone muy furioso, pero llama por teléfono a su jefe (no se sabe quién es), y éste le dice que le conceda un aplazamiento de una semana para pagarle.
Mientras tanto, Mercedes sigue pensando que su marido tiene un lío con otra, y cuando Antonio le dice que se va a quedar toda la noche en la imprenta, es la gota que colma el vaso. Le llama por teléfono, pero él no contesta, pensando que puede ser el matón, o su jefe. Ella se pone muy nerviosa, y decide acercarse a la imprenta a ver si es cierto que está allí. Llega justo cuando se acaba de marchar el matón, y se encuentra a Antonio, que le dice que está vigilando para que no entren a robar, como le dijo en casa. Se abrazan, hablan, él le asegura que no está con otro mujer, y ella le perdona, viendo que todos sus temores eran infundados, aunque sigue diciendo que algo raro le pasa a su marido (por supuesto, él no le dice nada de sus problemas con el juego).
Cuando Mercedes se va, a Antonio no se le ocurre otra cosa que volver al salón de juego, para apostar con el dinero que se había guardado en el calcetín.
Por otra parte, Inés y Eugenio están reformando su nuevo piso, cuando se enteran de que hay una huelga de actores. Inés convence a Eugenio para que acudan a la asamblea que mantienen los actores, pero cuando están allí llega la policía y los desaloja a todos a golpes.
Y la trama de los niños (tan tonta como siempre, al menos para mí), consiste en que están intentando aprender a desabrochar sujetadores. Carlitos y Josete se ponen a bailar juntos, cada uno con un sujetador puesto encima de la ropa, mientras el otro intenta desabrocharle, para aprender cómo se hace, para cuando bailen con una chica. Herminia los ve por el ojo de la cerradura, y se imagina que son gays, o algo así, y se lo dice, muy preocupada, al resto de la familia. Así que Miguel se dispone a hablar con Carlitos "de hombre a hombre", y cuando éste le cuenta de verdad lo que estaban haciendo, su tío se siente muy aliviado, y se lo cuenta a toda la familia, entre risas.
Antonio dejó, en el capítulo anterior, una deuda de 250.000 pts. en la sala de apuestas donde solía jugar. Justo el día en el que cumple un mes de ello, al irse a subir al coche, aparece un matón, que le amenaza con una navaja, y le dice que si no le paga en 24 horas el dinero que le debe, va a tener un problema muy gordo.
Antonio se esfuerza entonces por conseguir el dinero. Aprovechando que su socio de la imprenta está enfermo y no va a trabajar, se dedica a visitar a todos los clientes que deben dinero a la imprenta, para intentar cobrar. Pero no consigue que le paguen más que pequeñas cantidades. Entonces llama por teléfono al prestamista, para pedirle que le amplíe el plazo para devolverle el dinero, pero éste le dice que ya no es responsable de su deuda, que ésta ha sido vendida a otra persona, y que él ya no puede hacer nada. Desesperado, se gasta 1.000 pts. en una serie completa del cupón de los ciegos, con la esperanza de que le toque el premio y le saque de sus apuros, aunque como es lógico, no le toca nada.
Mientras sigue intentando conseguir dinero, Antonio se entera de que su hermano, junto con Paquita, están interesados en comprar el bar y el comedor de Tinín, para poner su propio negocio, y que su hermano dispone de unas 400.000 pts, que le dieron de indemnización en su despido de la Citroen, en Francia, y de algunas tierras en el pueblo que pretende vender. Tinín les pide 500.000 pts. por el negocio, y Miguel sigue intentando regatear con él, para conseguir una rebaja en el precio. La cosa se queda así, pero lo cuento porque sospecho que es algo muy importante para el desarrollo de la trama principal en próximos capítulos.
Mercedes, mientras tanto, acude con Clara a un rastrillo benéfico que organizan las marquesas para las que ha diseñado algunos trajes, para pedirles que declaren a su favor, y así demostrar ante la ley que los diseños que están vendiendo son suyos, y no de su ex-socia. Pero las marquesas no se muestran dispuestas a colaborar, y se desentienden totalmente del tema.
Al final del día Antonio sólo ha conseguido algo más de 50.000 pts para descontar de su deuda. En casa dice que se va a quedar a vigilar la imprenta por la noche, y una vez allí, preparara esa cantidad por una parte (50.000 pts), y se guarda otra pequeña cantidad en un calcetín. Cuando llega el matón a cobrar le dice que sólo ha podido conseguir ese dinero, y que necesita un aplazamiento. El matón se pone muy furioso, pero llama por teléfono a su jefe (no se sabe quién es), y éste le dice que le conceda un aplazamiento de una semana para pagarle.
Mientras tanto, Mercedes sigue pensando que su marido tiene un lío con otra, y cuando Antonio le dice que se va a quedar toda la noche en la imprenta, es la gota que colma el vaso. Le llama por teléfono, pero él no contesta, pensando que puede ser el matón, o su jefe. Ella se pone muy nerviosa, y decide acercarse a la imprenta a ver si es cierto que está allí. Llega justo cuando se acaba de marchar el matón, y se encuentra a Antonio, que le dice que está vigilando para que no entren a robar, como le dijo en casa. Se abrazan, hablan, él le asegura que no está con otro mujer, y ella le perdona, viendo que todos sus temores eran infundados, aunque sigue diciendo que algo raro le pasa a su marido (por supuesto, él no le dice nada de sus problemas con el juego).
Cuando Mercedes se va, a Antonio no se le ocurre otra cosa que volver al salón de juego, para apostar con el dinero que se había guardado en el calcetín.
Por otra parte, Inés y Eugenio están reformando su nuevo piso, cuando se enteran de que hay una huelga de actores. Inés convence a Eugenio para que acudan a la asamblea que mantienen los actores, pero cuando están allí llega la policía y los desaloja a todos a golpes.
Y la trama de los niños (tan tonta como siempre, al menos para mí), consiste en que están intentando aprender a desabrochar sujetadores. Carlitos y Josete se ponen a bailar juntos, cada uno con un sujetador puesto encima de la ropa, mientras el otro intenta desabrocharle, para aprender cómo se hace, para cuando bailen con una chica. Herminia los ve por el ojo de la cerradura, y se imagina que son gays, o algo así, y se lo dice, muy preocupada, al resto de la familia. Así que Miguel se dispone a hablar con Carlitos "de hombre a hombre", y cuando éste le cuenta de verdad lo que estaban haciendo, su tío se siente muy aliviado, y se lo cuenta a toda la familia, entre risas.