Foro Amar en tiempos revueltos
Héctor Perea, otro personaje atípico
Héctor Perea, otro personaje atípico
La actitud de Héctor Perea ante su mujer lesbiana; sería comprensible para la mayoría de los hombres de hoy, y hasta me atrevo a decir, que, a algunos les encantaría tener una esposa así. Pero puedo asegurar solemnemente, que, a los hombres de los años cincuenta, les supondría un verdadero trauma el que sus esposas les abandonaran por otra mujer.
A la sazón se conocía la figura del "cornudo", y el que lo era, estaba expuesto a las burlas y mofas de los demás. La crueldad con los homosexuales era realmente inhumana. A la mujer lesbiana apenas se la reconocía; porque la homosexualidad femenina se llevaba de otra forma más discreta que la masculina. Por eso digo, que la situación de Héctor con respecto a Teresa, al igual que en la serie la relación Ana y Teresa, era impensable y desconocida para la mayoría de las personas.
Quizás algunos ignoran, que en aquella sociedad, la homosexualidad era un delito y se contemplaba en la ley de Vagos y Maleantes, pero juro por Dios que yo no hice esa ley. (Lo aclaro, por si algún o alguna colega del foro se confunde, y me responsabiliza a mí de aquella situación tan injusta para los homosexuales)
Héctor Perea, es un hombre de unas virtudes encomiables, pero atípicas para la época; porque un comisario o inspector de aquella tenebrosa policía hubiera actuado cruelmente con ambas mujeres; y siendo un "huele braguetas" como llamaban a los detectives, el "descojonamiento" del personal hubiera sido trágica para él. (Vuelvo a insistir, que si la figura del marido "cornudo" era terrible y repudiada, el que su mujer "se los pusiera con otra mujer" sería la defenestración como hombre y persona)
Héctor ha actuado de una forma tan civilizada ante esa circunstancia, cómo seguramente actuarían los hombres de hoy ante la misma. Por eso los jóvenes de ahora, no pueden entender aquella España "negra y profunda". Pero que pregunten a sus abuelitas, y lo comprobarán que lo que digo es rigurosamente cierto. Y hablo de Madrid, porque la misma situación dada en una capital o pueblo de provincia, sería un verdadero drama para los interfectos.
A la sazón se conocía la figura del "cornudo", y el que lo era, estaba expuesto a las burlas y mofas de los demás. La crueldad con los homosexuales era realmente inhumana. A la mujer lesbiana apenas se la reconocía; porque la homosexualidad femenina se llevaba de otra forma más discreta que la masculina. Por eso digo, que la situación de Héctor con respecto a Teresa, al igual que en la serie la relación Ana y Teresa, era impensable y desconocida para la mayoría de las personas.
Quizás algunos ignoran, que en aquella sociedad, la homosexualidad era un delito y se contemplaba en la ley de Vagos y Maleantes, pero juro por Dios que yo no hice esa ley. (Lo aclaro, por si algún o alguna colega del foro se confunde, y me responsabiliza a mí de aquella situación tan injusta para los homosexuales)
Héctor Perea, es un hombre de unas virtudes encomiables, pero atípicas para la época; porque un comisario o inspector de aquella tenebrosa policía hubiera actuado cruelmente con ambas mujeres; y siendo un "huele braguetas" como llamaban a los detectives, el "descojonamiento" del personal hubiera sido trágica para él. (Vuelvo a insistir, que si la figura del marido "cornudo" era terrible y repudiada, el que su mujer "se los pusiera con otra mujer" sería la defenestración como hombre y persona)
Héctor ha actuado de una forma tan civilizada ante esa circunstancia, cómo seguramente actuarían los hombres de hoy ante la misma. Por eso los jóvenes de ahora, no pueden entender aquella España "negra y profunda". Pero que pregunten a sus abuelitas, y lo comprobarán que lo que digo es rigurosamente cierto. Y hablo de Madrid, porque la misma situación dada en una capital o pueblo de provincia, sería un verdadero drama para los interfectos.
Es personaje atípico si se habla en general de lo que ocurría en aquellos tiempos, pero no es tan atípico si se individualiza.
De acuerdo que fueron unos tiempos malos, pero también había gente inteligente y buena, de no ser así, hubieran sido encarcelados y muertos muchos más, no todos eran tontitos y chivatos.
Desde el momento que apareció en escena, Hector Perea, se sabía que iba a dar mucho juego. Discípulo aventajado de un comisario, "echado para adelante", seguro de sí mismo, y por supuesto: inteligente, con la cabeza bien amueblada, y con la frialdad que da el trabajo que tuvo como poli y ahora como detective.
Me hubiera extrañado la reacción que tuvo al enterarse de lo de su mujer, en otra persona con diferente personalidad, pero Perea, además de todo lo que escribo en el párrafo anterior, curtido, se le vió sufrir lo suyo, pero sobretodo, representa un tio inteligente. Y, no olvidemos que Teresa, también supo con su actitud facilitarle el camino del entendimiento.
De hecho, en ningún momento ha hecho referencia a la homosexualidad de las cuñadas,ni tan siquiera, Bonilla, lo intuye. Creo que eso da una idea de la sabiduría de éste personaje.
Y, es que puestos a analizar, también es atípica, Manolita, trabajando fuera de casa teniendo un bar, y con tantos hijos al cuidado de un señora. Más atípico todavía, conseguir quitar a un guardia civil a la hija de su prima Luisa.
Marcelino, tejiendo lana, también es atípico. Y, ayudando a los de diferente ideología al regimen, a salir del país, jugándose la piel si le pillan.
Atípico, también es Bonilla, siendo policia y tan buena persona.
Atípico/a, en aquella época, puede resultar toda persona que no siguiera a rajatabla los mandatos del "chaparrito del Pardo", que no fuera a misa y se comiera los santos, y que como dices en otro mensaje, no siguiera los dictados de la moral. Pero dentro de lo que es la generalidad, insisto, existe la individualidad, y gracias a la unión de muchos individuos de la misma ideología, hemos conseguido avanzar y progresar. De otra manera, seguiriamos cazando mamuts con lanza.
Y, aún con todo esto que te digo, Felbarsal, parto de la base que la historia de un país se escribe desde la generalidad.
Saludos
De acuerdo que fueron unos tiempos malos, pero también había gente inteligente y buena, de no ser así, hubieran sido encarcelados y muertos muchos más, no todos eran tontitos y chivatos.
Desde el momento que apareció en escena, Hector Perea, se sabía que iba a dar mucho juego. Discípulo aventajado de un comisario, "echado para adelante", seguro de sí mismo, y por supuesto: inteligente, con la cabeza bien amueblada, y con la frialdad que da el trabajo que tuvo como poli y ahora como detective.
Me hubiera extrañado la reacción que tuvo al enterarse de lo de su mujer, en otra persona con diferente personalidad, pero Perea, además de todo lo que escribo en el párrafo anterior, curtido, se le vió sufrir lo suyo, pero sobretodo, representa un tio inteligente. Y, no olvidemos que Teresa, también supo con su actitud facilitarle el camino del entendimiento.
De hecho, en ningún momento ha hecho referencia a la homosexualidad de las cuñadas,ni tan siquiera, Bonilla, lo intuye. Creo que eso da una idea de la sabiduría de éste personaje.
Y, es que puestos a analizar, también es atípica, Manolita, trabajando fuera de casa teniendo un bar, y con tantos hijos al cuidado de un señora. Más atípico todavía, conseguir quitar a un guardia civil a la hija de su prima Luisa.
Marcelino, tejiendo lana, también es atípico. Y, ayudando a los de diferente ideología al regimen, a salir del país, jugándose la piel si le pillan.
Atípico, también es Bonilla, siendo policia y tan buena persona.
Atípico/a, en aquella época, puede resultar toda persona que no siguiera a rajatabla los mandatos del "chaparrito del Pardo", que no fuera a misa y se comiera los santos, y que como dices en otro mensaje, no siguiera los dictados de la moral. Pero dentro de lo que es la generalidad, insisto, existe la individualidad, y gracias a la unión de muchos individuos de la misma ideología, hemos conseguido avanzar y progresar. De otra manera, seguiriamos cazando mamuts con lanza.
Y, aún con todo esto que te digo, Felbarsal, parto de la base que la historia de un país se escribe desde la generalidad.
Saludos
Hécor es un personaje genial por eso. A ver, tiene sus pros y sus contras, como todo el mundo, pero que haya conseguido superar eso de que su mujer se juntara con otra mujer, dice mucho de él, en la época en la que vivía. Y además desear lo mejor para ella y sufrir por lo que le pueda pasar, porque al final era su mujer.
A ver, le ha costado, y es normal dada la época. Si lo miramos desde el punto de vista actual no tiene el mismo sentido.
Aclaro, de igual modo, que yo no tengo nada en contra de los homosexuales, al contrario, por si alguien se equivoca también conmigo.
Héctor es un hombre que tiene mucho pronto, pero un gran corazón, aunque haya personas que no se lo hayan logrado ver. Por eso me encantaría que Asun no perdiera la oportunidad de ir con el que seguramente llegue a ser el hombre de su vida.
A ver, le ha costado, y es normal dada la época. Si lo miramos desde el punto de vista actual no tiene el mismo sentido.
Aclaro, de igual modo, que yo no tengo nada en contra de los homosexuales, al contrario, por si alguien se equivoca también conmigo.
Héctor es un hombre que tiene mucho pronto, pero un gran corazón, aunque haya personas que no se lo hayan logrado ver. Por eso me encantaría que Asun no perdiera la oportunidad de ir con el que seguramente llegue a ser el hombre de su vida.
La única ventaja de la estrechez económica, ideológica y de miras que había era que tanta represión te legitimaba a llevar una vida "oficial" y otra vida "privada". A eso lo llamamos hoy hipocresía pero entonces no porque no se sentía como algo por lo que "realmente" te tuvieras que sentir culpable. Se veía lógico que así sucedieran las cosas y la necesidad del mantener el status quo lo justificaba. El límite estaba en lo que te podías permitir económicamente y claro que los problemas eran para quien no tenía patrimonio con que defenderse. A esos no les quedaba otra que seguir los dictados de la moral. Dicho en pocas palabras: la rectitud era cosa de pobres (cosa que desgraciadamente ha sobrevivido hasta nuestros días ¿?)
Y además, aún sin forma de contrastar y tal, es que era muy difícil creerse todo aquello. Estaba bien porque daba una seguridad pública impecable y salía muy baratito. Pero había que tomárselo como lo que era: un régimen político adaptado a intereses económicos y cuyo modus operandi era claro u cristalino: la represión.
Y además, aún sin forma de contrastar y tal, es que era muy difícil creerse todo aquello. Estaba bien porque daba una seguridad pública impecable y salía muy baratito. Pero había que tomárselo como lo que era: un régimen político adaptado a intereses económicos y cuyo modus operandi era claro u cristalino: la represión.