Notificaciones
Culturilla oriental del arte amatorio..

Foro Águila Roja

Culturilla oriental del arte amatorio..

Culturilla oriental del arte amatorio..

MarGonz
16/12/2011 10:28
Jajaja por lo que he leido.. me da muchos guiños a que la china es una geisha un poco light ... si no leer más abajo... solo que no tiene la cara cubierta de blanco.. pero el traje del amo y la estancia con la musica así lo parecen...


En el año 794, Kioto era la elegante capital de Japón. En ella se concentró una élite interesada en satisfacer placeres estéticos y místicos. Lo único que importaba era la consecución del deseo y el objeto de ese deseo estaba representado por una mujer bella y envuelta en telas preciosas.

Entre el año 1100 y el 1500 aparecieron las shirabyoshi, predecesoras de las geishas. Vestidas con ropas algo masculinas, eran bailarinas eróticas, trovadoras y cortesanas. Cuando en 1590 el general Toyotomi Hideyoshi logró unificar Japón, el mundo del trabajo y el mundo del asobi (juego) se separaron y dio inicio la construcción de un barrio del placer en Kioto: La ciudad del Sauce. Ahí se estableció una nueva clase de mujeres conocidas como odoriko o “danzarinas” que, a pesar de vivir en el barrio de las prostitutas, se dedicaron a las artes. Así surgió la profesión de las geishas: vocablo que literalmente significa “personas de las artes”, que nada tienen que ver con las “artes amatorias” de ciertas mujeres que se pasean por las hanamachi vestidas con kimonos baratos.

Tradicionalmente, las geishas comenzaban su preparación a los seis años, seis meses y seis días de edad. Actualmente se inician a los quince años porque el Estado las obliga a concluir la educación secundaria. Al ingresar a la okiya o casa de las geishas, la joven aprendiz debe romper toda relación con su pasado, incluidos sus padres. También debe olvidarse de su antiguo nombre. Como símbolo de pertenencia a otro mundo, se le otorga uno nuevo, generalmente el de alguna flor.

La Madre o Abuela es la cabeza de la okiya y es quien se encargará de administrar los recursos que gane la geisha a lo largo de su carrera profesional. La okiya está obligada a costear la comida, el alojamiento, las matrículas de los distintos cursos, los kimonos, las pelucas y el resto de ornamentos que requerirá la geisha para realizar su trabajo. Mientras no pague su deuda, es una esclava.

Las maiko (aprendices) practican el arte de la danza y el canto; también se les enseña a tocar el shamisen y la flauta. A cada maiko se le asigna una Hermana Mayor geiko, una geisha calificada y reconocida que ya ha terminado su preparación formal y que tiene por obligación guiar el arduo camino de la maiko —una media joya, todavía no una geisha. Al tiempo que es maestra, la Hermana Mayor se convierte en ama y señora de la aprendiz, que debe cumplir hasta el más pequeño de sus caprichos.

La vestimenta de una maiko es muy distinta a la de una geiko: el cuello del kimono cae dejando a la vista la nuca, zona erógena por excelencia en Japón. El rostro y el cuello están cubiertos por una densa capa de maquillaje blanco, a excepción de dos o tres franjas que muestran la piel desnuda. El kimono es de colores brillantes y elaborados diseños. El obi o moño está amarrado en la parte de atrás y llega casi hasta el suelo . A veces es tan pesado, que puede hacer que la joven pierda el equilibrio. El traje de una geiko es más discreto, pero no por ello menos elegante. En lugar del copioso peinado de las aprendices —un moño gigantesco que se sujeta con cera caliente y aceite de camelia llamado “hendidura de melocotón”—, las geiko llevan katsuras o pelucas. El maquillaje blanco es sutil y jamás se utiliza después de los treinta años.

Una geisha debe conocer la tradicional ceremonia del té. La escritora Leslie Downer la describe como “una práctica a medio camino entre el tai chi y la misa católica, pero a una escala más íntima”. Un grupo de personas se reúne en una pequeña habitación con un hogar para calentar el agua y una especie de capilla en la que se colocan flores y pergaminos con poemas y pensamientos. Todos se sientan en el suelo cubierto con tatami y beben maccha, un té verde espumoso y amargo que se acompaña con dulces tradicionales. Los objetos deben encontrarse dispuestos en una forma específica e inalterable. La ceremonia es una muestra de la perfección estética que comparten las artes japonesas —que muchas veces se aproximan a los conceptos del budismo zen. Las geishas también deben dominar el arte de la conversación y el arreglo floral o ikebana, que consiste en la creación de pequeños mundos asimétricos hechos con flores; al igual que el shodo, un tipo de caligrafía que se encuentra entre las bellas artes más populares de Japón.

El trabajo de una geisha consiste en animar las fiestas con juegos un tanto infantiles, conversar con los clientes y servir el té o el sake. Las más hermosas, las tachikata, bailan; las jikata tocan el shamisen o cantan. La geisha debe aparecer impecable y seducir con la elegancia de una mascada de seda que juega con el viento. Bajar los ojos, al servir el sake, dejar deslizar un poco de tela del kimono para que la piel quede al descubierto, iniciar un juego sutil entre el deseo y el rechazo, no mostrar emociones y, sobre todo, nunca hablar del amor —considerado grosero y fuera de lugar por la okiya.

Después de una o dos horas, la fiesta ha llegado a su fin. Con frecuencia, los occidentales se sienten obnubilados con la actuación de las geishas, ya que el baile no es muy rítmico y la música y el canto les parecen disonantes.

El cliente japonés —que conoce y aprecia las artes tradicionales— es capaz de pagar miles de yenes con tal de pasar unos momentos extra con la geisha más afamada de Kioto. Y aunque el amor está prohibido, el coqueteo es primordial. Incluso puede conferir libertad a la geisha. Un cliente puede decidir convertirse en danna, un protector titular que la libere de su deuda con la okiya.

Un tanto rígida por el peso de varias horas de labor en su cabello, arrastrando un prolongado lazo que aprisiona su cintura, mostrando un rostro que no es el suyo y respondiendo a un nombre distinto al que le dieron sus padres, la geisha se niega a sí misma. Se ve obligada a guardar todo lo que ella es en una caja que se encuentra en el lugar más recóndito de sus adentros. El personaje toma el poder.


Las geishas se tatuaban el cuerpo para indicar su rango y las manos con signos alusivos a su amante, pero si cambiaba de amante, tenían que cambiar los tatuajes. Símbolo erótico


Aqui he encontráo el tatoo que tan dulcemente hace nuestro AMO A LA CHAOLÍ. y que reconoce na más verlo..


y quien no lo va a reconocer leches.. menudo trabajo ajajajajajaj

culturillaorientaldelarteamatorio


Ahi dejo eso...
cutisan
16/12/2011 11:10
Gracias Mar, por la información, muy interesante.

Pues el amo algo habrá aprendido y lo normal es que haya tenido sus amorios y relaciones.

Yo espero que veamos algo, hija que fué hace mucho tiempo.guiño
Selene2
16/12/2011 11:22
muchísimas gracias, Mar, por la información, muy ilustrativa, pero hay un pequeño "pero"

pero esto es en Japón y el muchacho estuvo en China...
Meular
16/12/2011 11:33
Oioioioioioi Selene estas muy oriental, te queda bien.
En tu pero yo pondría el pero al igual que el amo es un ninja y no un samurai, ¿porqué se hace el harakiri?, vamos que estos guionistas mezclan a japoneses y chinos con una facilidad pasmosa.
Eso se los cuerpos tan tatuados....parezco mi abuela, no me gusta.
Selene2
16/12/2011 11:57
Meu, date un paseo por el foro, verás que lo que se lleva hoy en cuestión de avatares viene de la antigua Catay...
#5 tukk
tukk
16/12/2011 11:59
Mucha mania habeis cogido a la china si no la conocemos aun,¿no? Ya por hablar hablamos hasta de lo que aun no ha pasado.
Meular
16/12/2011 12:02
Pues so Tukk, a falta de chicha para elucubrar elucubramos de la china y lo que puede pasar para ponerse en el peor de los casos como la semana pasada......
#7 tukk
tukk
16/12/2011 12:13
¿Y el peor de los casos es que se la tire, asi hablando claro? ¿Habeis perdido la cabeza? ültimamente no están para tirar coetes todo sea dicho, pero a tanto no llegan. Pero vale, yo me pongo en el peor de los casos. A mi que el amo se tire a la china sinceramente me da igual, pero el dia en el que se les ocurra matar al Comisario pierden una fiel seguidora de los 6 millones que tienen. Así que si hoy le matan, una menos. Más tiempo libre para mi. Será por series!!!

Vale, ya me he puesto en el peor de los casos. Ya estoy preparada entonces. No me hace falta orujo ni ná.
MarGonz
16/12/2011 12:27
tUKKKKKKKKKKKKKKKK jamia... como que te da igual qeu se tire a la china... a mi me da un poco igual si no ME LO PASAN POR LA CARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

culturillaorientaldelarteamatorio

con que propósito.. pa ver al amo en carnes.. pos pa eso que pasen cuando recuerde a la Marga en su lecho a puntico de morirse el REBOLCÓN EN EL PAJAR DE SU PADRE CUANDO LOS DOS PERDIERON LA VIRGINIDAD JUNTICOS... ainsssssssssssssssssssssssssssssssss

NOS LO DEBEN LOS GLOBOS.. y no la CHINA.. ESA.. por muy mistico que sea..

Y el comi va pa largo... aunque el comi que viene en el capi 51 no está mal-.-- PERO NA QUE VER CON EL DEIVI... ♥♥♥♥

Y entre chinos y japoneses. rejuntemos y digamosle " ORIENTE" jejeje como hace el AMO.. así to juntico... como retenío tambien ejjeje

Anda el chasco que nos vamos a llevar con tanta elucubración... MIEDO ME DA.