Risto Mejide: "El cambio de productora me daba mucho miedo, me sentía como el hermano mayor en un divorcio"

'Todo es mentira' está de celebración. Este año se cumplen seis desde su comienzo y, además, con un total de 1.500 programas. Este espacio de actualidad y humor ha conseguido una gran posición en la parrilla televisiva de la franja de la tarde. En esta entrevista, Risto Mejide nos cuenta cómo se siente al formar parte de este formato y nos confiesa que no tuvo un inicio nada fácil.

Risto Mejide en 'Todo es mentira'

Después de 1.500 programas, ¿has visto el lado oscuro de los políticos a los que has entrevistado?

Yo creo que, al ser indirecto... la gente lo ve, la gente ve lo mismo que yo. Hace muchísimos años, cuando yo empezaba en televisión, Xavier Sardà me dijo que si quería hacer tele, pensara todo el rato en el espectador, en qué estará pensando el espectador. Y esa es mi preocupación cuando estamos en el programa: ¿se estará entendiendo esto que estamos diciendo? Y luego, hay una segunda máxima que para mí es fundamental: respetar la inteligencia del espectador, no tratar de sobreexplicar las cosas o de tratar a la gente como si fuera idiota porque no lo es. Dejar que el espectador saque sus conclusiones es lo que me parece honesto. A partir de ahí, las interpretaciones, muchas veces, me las quedo para mí.

Y, ¿cómo te sientes al llegar a 1.500 programas? Has dicho que nunca lo habías conseguido.

Bueno, ni lo he conseguido ni lo conseguiré, es una barbaridad. Me siento muy orgulloso y muy honrado porque este programa que, en su día, nadie veía... Me pasa un poco como con 'Chester', ¿no? Decían: "Este tío ahora se va a poner a hablar de política, venga hombre...". Y es verdad, nunca he sido especialista en política ni lo soy, pero llegar a tener el nivel de colaboradores que tenemos, que tenemos a gente muy potente en política, a mí me hace aprender muchísimo. Sus análisis los estoy viviendo en primera persona y tengo el privilegio de preguntarles sobre lo que me interesa. A mí me gusta ser un outsider de las cosas que hago, un intruso. Yo no estudié publicidad y acabé siendo publicista, no me preparé para ser presentador y lo soy, no soy periodista y he hecho entrevistas... me gusta ser intruso porque creo que la mirada del intruso aporta cosas. No digo que sea mejor, eh, pero aporta cosas. Llegas de nuevas, no tienes ni idea y preguntas como un ciudadano más.

Siempre he tenido la sensación de que era necesario reírse de la clase política que tenemos

En relación a esto, ¿cómo vivisteis desde el programa el cambio de productora?

Fue un proceso que, al principio, me daba mucho miedo porque me sentía como el hermano mayor en un divorcio. Pero, gracias a la generosidad de Alessandro Salem y de Óscar Cornejo, los dos tuvieron claro desde un principio que yo era el heredero lógico de la situación. Y, luego, Salem puso absolutamente todos los medios para que yo pudiera hacerme cargo. Es que imaginaos lo que es presentar este programa, que es diario, estar en medio de las grabaciones de 'Got Talent' y, además, gestionar el inicio de una empresa que se va a hacer cargo de medio centenar de trabajadores. Pues fueron unos meses muy intensos. Pero, insisto: estoy muy agradecido, primero, por la confianza de Salem y, segundo, por toda la generosidad del proceso. Tanto papá como mamá fueron muy generosos.

Como pasa en los programas matinales de radio, ¿también competís por los invitados con 'Al rojo vivo' o el programa de Silvia Intxaurrondo?

No. Hombre, si coincide en la franja y se va a otro programa, pues me lo quita a mí, pero si puede estar en los dos... yo creo que cada entrevistado tiene una entrevista distinta según el programa en el que esté, depende del entrevistador. Yo tengo clarísimo que Ferreras no va a hacer la misma entrevista que yo, con lo cual, ¿por qué debería competir? Aquí se ha dado: Koldo García estuvo aquí en diciembre, antes había estado en otro programa de la casa y son dos entrevistas muy diferentes. Yo creo que eso el espectador lo nota, lo sabe y lo prefiere porque así tienes más posibilidades, ¿no? La gente tendrá dos opciones diferentes y la gente elige.

Marta Flich y Risto Mejide

¿Hay algún personaje que se resista o que haya dicho que no quería venir aquí?

¿Sabes lo bueno? Que hemos transparentado todo lo que ha pasado con los personajes. Si ha habido algún compromiso de entrevista que se haya echado atrás, se ha dicho en el programa. O sea, lo único bueno o malo, según se vea, es que nosotros transparentamos todo de cara al espectador. Ponemos todo en conocimiento del espectador. En ese sentido, es un programa muy transparente y muy honesto, por eso podemos llevar 1.500 programas. Por eso y por la independencia de poder dar con la izquierda y con la derecha igual. Hay días que nos llaman rojos y comunistas y hay días que somos fachas, fascistas y la "fachosfera". Depende de la actualidad, depende de a quién toque darle ese día.

¿ Yhay alguno que se sigue resistiendo a venir?

Sí, antes lo he dicho: Isabel Díaz Ayuso o Yolanda Díaz o... hombre, me encantaría tener a Begoña Gómez, si me pones así, por soñar...

¿Lo habéis intentado con Pedro Sánchez?

Sí, también. Yo lo he entrevistado dos veces ya, pero, de momento, al programa se resiste. Hay muchos que se resisten y yo lo entiendo. En la política todo tiene su momento y, a lo mejor, si viene, tiene más de perder que de ganar. Pues bueno, ya cambiarán las tornas.

¿En qué medida intervienes tú en eso de conseguir entrevistas?

En ninguna.

Hay días que nos llaman rojos y comunistas y hay días que somos fachas y la "fachosfera", depende de a quién toque darle ese día

¿No haces una llamada o un mensaje?

No, jamás. Jamás porque creo que ya es ponerle un toque personal. Si quiere venir, ya sabe que lo presento yo, con lo cual, vendrá. Y si no quiere venir, le resultará mucho más fácil decírselo a otra persona que a mí. Yo no quiero utilizar nunca mis relaciones para intentar conseguir una entrevista.

Decías antes que hubo un momento en el que supisteis cuál era la personalidad del programa. No sé si recuerdas cuándo hubo ese sorpasso de audiencias silencioso a 'Zapeando', el programa con el que competís y al que ya ganáis todos los días.

Pero es que nos dicen mucho en la prensa que hemos pasado no sé cuántos puntos por encima de la competencia, tal. Yo no siento que esté compitiendo con 'Zapeando' y no es una manera de hablar. Es que tú mira los dos programas, no tienen nada que ver. Hombre, si me pusieran delante un programa como 'Más vale tarde' diría que vale, que son el mismo programa por la actualidad y política. Pero ni eso porque no tienen este punto de humor. Entonces, me cuesta verme comparado con 'Zapeando'. A mí lo único que me preocupó fueron las audiencias del primer año porque estábamos al borde de la cancelación. Y cuando tienes un equipo grande, motivarla cada día por un programa que, a lo mejor, mañana te lo cancelan, pues no es fácil. Fue un año muy difícil. Pero una vez pasamos ese umbral, que suele ser la media de la cadena, ya empezamos a relajarnos y a disfrutar el programa.

Risto Mejide en la celebración de los 1.500 programas

Hablando del primer año, antes Marta Flich ha contado que se hubiera despedido a sí misma y tú has contado que a los 50 días diste un golpe en la mesa. ¿Por qué costaba tanto que hubiese un cambio en la dinámica del programa?

A ver, un programa diario es una propuesta de hábitos. Es muy difícil cambiarle el hábito a la gente. Si la gente no tiene el hábito de ir a esa franja a esa cadena, conseguir que su hábito sea, según acabe el informativo, ponerse a ver 'Todo es mentira', cuesta. Pero cuesta en esta categoría y en cualquier otra. Los que venden cereales tienen que conseguir que la gente, en vez de tomar tostada, tome cereales, yo qué sé. Es una propuesta de hábitos y, como toda propuesta de hábitos, requiere tiempo. Tiempo, confianza y tener la sensación de que es necesario lo que se está haciendo. Yo siempre he tenido esa sensación, que era necesario reírse de la clase política que tenemos con los mejores cómicos que pudiéramos conseguir. No tenía claro si nosotros éramos esa alternativa, pero que funcionaría sí. En algún momento.

Siempre has dicho que la cadena no te ha dado ninguna consigna, pero en 'Demos' rompiste un guion. ¿Qué pasó ese día?

Pues lo mismo, lo transparenté en su momento. Tuve una desavenencia con un directivo, dije que yo no trabajaba así y seguimos para delante. También te digo, yo siempre trabajo con total libertad en esta casa y por eso estoy aquí. Yo creo que no podría trabajar en otro sitio. Veo cómo está el panorama de los medios y me encanta estar en un sitio donde nadie me dice lo que tengo que hacer. Y si me lo dicen, yo soy capaz de salir y decirlo.

Equipo de 'Todo es mentira'

¿Qué balance haces de 'Demos'? ¿Ves posible una segunda temporada?

Me habría encantado que hubiera hecho mejores datos, es evidente. Me encantaría que estuviéramos aquí hablando de lo que lo hemos petado con 'Demos'. Creo que hay factores exógenos a 'Demos' que no tienen que ver con el contenido y que han hecho que nosotros tuviéramos esa audiencia. Ahora, yo veo esos programas y lo que opina la gente que ha visto esos programas y es espectacular. Para mí, la experiencia ha sido espectacular y creo que sigue haciendo falta ese programa. A lo mejor en otra franja, otro día de la semana, no empezando a las 23:00h un miércoles, no lo sé, eso lo saben los de programación, yo no. Pero sé que ese programa venía a cubrir una carencia en la televisión y, honestamente, creo que lo puede hacer.

¿Cuáles son los factores exógenos?

La franja, lo he dicho. La franja, el día, la competencia... cosas que yo no controlo. Mil factores que yo no controlo, que no sé manejar. Yo, como productor, manejo lo que hay dentro del programa y lo que hay dentro del programa yo lo voy a defender siempre. En este caso, eh. Hay otros programas de los que no estoy orgulloso, el 'G20', por ejemplo. Ahí nos merecíamos la cancelación.

Es que, ahora mismo, está la sensación de que da igual lo que haga Telecinco, que va a haber malas audiencias. Mira 'Next Level Chef', que es un programa muy bien hecho y...

Yo vi 'Next Level Chef', es un programón. El contexto es difícil y esto es cíclico. Llevo suficiente tiempo en este negocio como para saber que todo esto son tendencias. Pues hay que adaptarse a esta tendencia. Ahora, me preguntas por 'Demos', de lo que yo puedo controlar: ha sido el programa más difícil de mi carrera al tener a 300 personas a las que moderar y escuchar, y también uno de los más gratificantes. Aparte de eso, pues yo quería un 16%, pues muy bien...

Me siento muy orgulloso y muy honrado por este programa que, en su día, nadie veía

Después de 1.500 programas haciendo un programa de política, con humor, sí, pero de política, después de estos seis años, ¿cómo ha sido la evolución de informar de política? ¿Lo ves más complicado que hace seis años? ¿Notáis mucho la polarización?

Nosotros empezamos el programa con la intención de retratar a nuestra clase política y, en el camino, hemos descubierto muchas cosas que nos ha hecho respetar, cada vez más, la política. Una cosa es la clase política y otra es la política. En la clase política hay de todo como en todas partes. Yo no soy de los que dicen que son todos iguales porque eso puede llevar a escenarios muy peligrosos. Creo que, ahora, la política es más necesaria que nunca. Para mí, el cambio es que, quizás, como democracia, estamos descubriendo lo que es el multilateralismo en política. Una decisión no la puede tomar solo un partido, como pasaba antes. Y eso es muy difícil de gestionar y de administrar, tanto para los del gobierno, como para los de la oposición, para todos... para mí, eso es un aprendizaje bestial porque ha llevado a muchísima gente que venía con mucha prepotencia a la política a la más absoluta irrelevancia. Había partidos políticos que venían a cambiar el status quo y ya no están o están a punto de no estar. Y a los partidos de siempre a hacer una profunda reflexión sobre la forma en la que se comunican con la masa. Porque la política es un 90% comunicación y 10% pacto. Todo eso lo hemos ido descubriendo con este programa. Os recuerdo que, en su momento, estuvimos a punto de crear un partido político. Creamos el PNLH, Peor No Lo haremos, y empezamos a hacer encuestas, incluso. Nos hicieron encuestas para ver si obtendríamos algún escaño y sacábamos un escaño por Madrid. Fíjate hasta qué punto hemos respetado la política que hemos llegado a proponer algo, ¿no? Al final, no se pudo hacer porque te pagaban muy poco. Comparas lo que te pagan en televisión y lo que te pagan en política y... déjalo.

¿Te negarías a entrevistar a alguien?

Jamás. Creo que todo el mundo merece una entrevista, todo el mundo. No mezclo mis fobias. Lo que puedo hacer es meterlas en la entrevista, pero ya no sería una entrevista porque los periodistas me han explicado que en una entrevista, uno no se tiene que poner a sí mismo. Yo no hago entrevistas, yo, si me caes mal, te lo digo. Creo que todo el mundo merece una entrevista, hasta un asesino en serie.

Luis Fabra, Marta Flich, Risto Mejide, Virginia Riezu, Pere Aznar y Miguel Ángel Martín en 'Todo es mentira'

¿Y crees que te temen a la hora de hacer una entrevista?

Temer es una palabra muy gruesa. No, yo creo que saben a lo que juegan conmigo. Saben que yo no tengo filtro, que casco todo y ya está. Entonces, quien juegue a eso pues sabe a lo que va. Pero temer no creo. Yo creo que se dicen cosas más fuertes en un hemiciclo que sentado en un sofá. Ahora estamos preparando la nueva temporada de 'Chester' y ya os puedo avanzar que hay unos perfiles alucinantes que nos están diciendo que sí, que tengo muchísimas ganas de decíroslo, de gente que se va a sentar por primera vez en 'Chester'. Yo creo que también es fruto de haberme visto en 'Todo es mentira' todos los días y saben a lo que juego.

Y en el propio 'Chester', que has tenido a Bárbara Rey sin pagar, encima, creo.

Crees bien, una de las máximas de 'Chester' es que no se paga a los invitados. De hecho, hay invitados que podrían haber venido, pero por el tema de no pagarlos, al final nada.

¿Por ejemplo?

Eso no lo voy a decir. Es dejarles mal, hombre. Algún día imagínate que se lo repiensan y quieren venir.

¿De dónde sacas el tiempo?

Pues de mi vida personal, yo qué sé. Es que mi vida personal es muy reducida, yo solo estoy con mis hijos.

Creo que todo el mundo merece una entrevista, hasta un asesino en serie

¿Compensa?

Bueno, soy un padre separado y, por tanto, hay semanas en las que no tengo niños, con lo cual, me puedo dedicar todavía más. Pero sí, sí, yo creo que todo compensa. Si no, no lo haría. A mí nadie me pone una pistola en la cabeza para que yo haga lo que hago. Me apasiona comunicar, me apasiona el momento profesional en el que estoy, me apasiona, a mis 50 años, haber empezado una productora de televisión y me apasiona el momento político y social que estamos viviendo. Creo que es un lujo tener esta herramienta tan potente de comunicación.

¿Cómo asume Vodevil hacerse cargo de 'Chester' junto con 'Todo es mentira'?

Pues mira, el otro día nos enviaron un informe de productoras de 2024 y nos dijeron que salíamos en el top 10 de productoras con más horas de producción. Creo que es la primera vez que una productora de siete meses de vida está en ese top 10. Pero, fíjate, que esa parte ha sido muy sencilla porque me lo han puesto muy fácil. El reto más importante es, después de 10 temporadas, cómo sorprender al espectador. El reto es de concepto, no de producción. Hay un sofá que antes nadie usaba para hacer entrevistas, pero ahora todo el mundo lo hace. Pero la esencia de 'Chester' no es el tipo de sofá que usas, es otra cosa. Hay que permanecer fieles a eso para seguir sorprendiendo e, insisto, los perfiles que tenemos confirmados os van a sorprender mucho.

Creo que, ahora, la política es más necesaria que nunca

En seis años, 1.500 programas, ¿cuál ha sido el momento más duro quizá por algo personal? Porque, al final, han sido todos los días al pie del camión.

Ha habido muchos. Todos hemos tenido momentos personales duros, un diario es como un 'Gran Hermano', estás ahí todos los días. El otro día, a un colaborador se le murió un familiar directo y estaba ahí en el programa. Joder, estás intentando hacer humor cuando sabes que a esa persona se le ha muerto hace nada un familiar... es muy duro, sí. Pero también te digo que, en esos momentos duros, es cuando más se necesita un programa como este. Es risoterapia durante 3 horas seguidas, es un programa de humor. Depende de cómo te lo tomes, es una oportunidad, es centrarse en esto y olvidarte de tus problemas. Para muchos ha sido terapia, para todos. Es una de las virtudes de un programa como este que, a diferencia de otros programas de actualidad, tiene humor. Es que el humor ha sido bálsamo para pandemias, Ucrania, La Palma, la dana... Es que hemos pasado cinco años que telita. Reírse con eso de fondo...