Un motorista irrumpe en una conexión de 'Y ahora, Sonsoles': "¡Estáis mintiendo! Sabéis lo que habéis hecho"

El viernes 29 de septiembre el programa de Sonsoles Ónega hizo público un supuesto caso de acoso de un pueblo de La Rioja gracias a la entrevista que concedió Begoña, una de las afectadas. Esta mujer confirmaba que ella y su familia habían tenido que dejar Navarrete por las continuas amenazas que recibían por parte de un vecino. La presentadora de 'Y ahora, Sonsoles' desveló que más gente del lugar acusan a este hombre, del cual se sabe que se llama Víctor y tiene 40 años.

Este lunes 2 de octubre, Sonsoles Ónega y una de las reporteras han ofrecido la oportunidad de defenderse de las acusaciones a los familiares del denunciado. Para ello, la periodista Miriam Gimeno se ha trasladado al pueblo y ha hablado con la madre y la hermana del vecino. Sin embargo, mientras Verónica Hurtado, hermana del acusado, concedía sus declaraciones en directo, un motorista se acercó a la zona para reprochar al programa y a la familia que eran falsas las afirmaciones que se estaban haciendo.

Sonsoles Ónega en 'Y ahora, Sonsoles'

El espontáneo recriminaba cabreado que "estaba viendo la televisión en casa y parece mentira que estéis en directo poniendo mentiras. ¡Mentiras! Eso es lo que estáis haciendo, poner a toda España mentiras. ¡Estáis mintiendo! Sabéis lo que habéis hecho". En ese momento, la madre de Víctor tocaba el casco del motorista y le pedía que se lo quitase para que diese la cara. Tras hacer todos los reproches a la familia, el hombre se fue del lugar y Sonsoles Ónega comenzó a preguntar a la madre y a la hermana sí conocían la identidad del joven.

La familia contra Navarrete

Fue entonces cuando Verónica Hurtado desveló que era una amigo de su hermano pequeño y que ahora les tocaba a ellos sufrir las represalias: "Vienen a por nosotros. Estamos en directo y han venido a por mí. Imaginaos cuando os marchéis". No obstante, la reportera se interesó por saber por qué tiene a todos los vecinos en su contra y la madre confesó que le daba igual el pueblo, pero que tenía miedo de que le pasase algo a sus hijos.