'La Ruta' aterriza en Ibiza: "De alguna manera, la segunda temporada ya estaba incrustada en la primera"

Tres años después de recorrer las discotecas de Valencia, 'La Ruta' finalmente ha desembarcado en Ibiza. Ahí desplegará una segunda temporada aún más ambiciosa, que intercalará las nuevas vivencias de Marc Ribó (Àlex Monner), ya asentado como DJ residente de Amnesia en plena década de los noventa, con la historia de su padre, Manuel (también Monner), que llegó a la misma isla a comienzos de los setenta.

A lo largo del tiempo que ha transcurrido entre ambas entregas, los principales responsables de la producción de Caballo Films para Atresmedia, Roberto Martín Maiztegui, Clara Botas y Borja Soler, se han volcado con una misión nada sencilla: entregar una tanda que conecte con su predecesora y, a la vez, explore muchas otras inquietudes. Durante la presentación de la ficción en el Festival de San Sebastián, tuvimos la oportunidad de hablar con el tridente creativo acerca de ese desafío.

Clara Botas, Borja Soler y Roberto Martín Maiztegui junto al elenco de 'La Ruta. Vol. 2: Ibiza'

Tras una primera temporada tan redonda y que fue tan bien recibida, ¿cuál fue vuestro primer instinto al pensar en una continuación?

Roberto: Lo primero fue: ni de coña. Habíamos trabajado tantísimo en la primera que nos tomamos mucho tiempo para pensar si merecía la pena hacer una segunda o no.

Clara: No queríamos hacerla por hacerla. Queríamos que tuviera un motivo real y que también nosotros tuviéramos un deseo real de hacerla, en vez de alargar la historia porque sí. Además, era una historia que tampoco se daba de primeras muy fácilmente a ser alargada. Era muy autoconclusiva, eran doce años que encima iban hacia atrás por la propia estructura, así que no era lo primero que se te venía a la cabeza, pero luego empezamos a bucear.

Borja: Fue un proceso de documentación bastante extenso y muy interesante. Porque siempre que te pones a documentarte abres nuevos universos. Todo es nuevo y especialmente fértil y, en concreto, la historia de Ibiza de esa época. Entonces, entramos y nos fuimos enganchando con eso.

Roberto: A mí me pasaban dos cosas. Primero, que cuando pensábamos, "No, no lo hacemos", recuerdo pensar en Marc en el avión yendo a Ibiza y decir, "Pero este tío, ¿a dónde va? Hay que seguirle. Me acabo de enterar de que sus padres murieron en ese avión hace 25 años". Era como si de alguna manera estuviese incrustada ya la segunda temporada en la primera y como si desatendiéramos una historia que teníamos que contar.

Borja: Con respecto a eso, creo que era muy real. Yo recuerdo hablar con gente que había visto la primera temporada y lo del avión y los padres, como todo lo que habíamos contado antes era tan extenso, al llegar parecía que eso acababa sin haberlo desarrollado. Y ahí hay una deuda de alguna forma.

Roberto: Y lo otro que me pasaba era algo que creo que nos sucedía a los tres. Muchas veces hablábamos, salvando los millones de trillones de distancias, de 'El padrino II', que tiene una estructura similar. Y en un libro sobre 'El padrino' leímos que la segunda película estaba atravesada por el fantasma de la primera, que tenía una sensación acumulativa que nos gustaba mucho. En 'La Ruta', ya la primera temporada estaba llena de rimas entre un capítulo y otro. Y esta segunda va a tener mucho de eso. Por ejemplo, la entrevista del primer capítulo, que recuerda a la entrevista de Marc en el segundo capítulo de la primera. Hay incluso cosas planificadas igual, cosas dialogadas igual. Algo como de una música en la primera y segunda temporada que se repite. Hay como un estribillo que va apareciendo, y eso nos parecía muy bonito de hacer.

Clara: También fue importante encontrar nuestro enganche emocional a la serie. En la primera era el tema de la Ruta, al igual que hablar de dos hermanos y de un grupo de amigos, que era algo que nos motivaba mucho, más allá de contar la historia de las discotecas, de Valencia y de lo que fue la Ruta Destroy. En la segunda ese momento fue cuando encontramos la idea de padres e hijos, aunque tardamos mucho en llegar a ella. Y también nos hicimos la pregunta de cómo sería la vida secreta de nuestros padres. Lo que eran nuestros padres antes de ser nuestros padres, cuando eran jóvenes. ¿Cómo sería pasar una noche de fiesta con nuestros padres? Esa pregunta nos dio mucha gasolina para escribir.

Somos de ponernos trampas muchas veces para ver cómo salimos de ellas

La primera temporada tenía un concepto muy marcado con la idea de ir hacia atrás. A la hora de plantear la segunda, ¿teníais claro que había que apostar por un formato distinto, pero que, a la vez, rompiera de nuevo con las expectativas? ¿Cómo ha sido el proceso de buscar la historia y además un formato que fuera con ella?

Borja: Tuvimos un conflicto de que no se pareciera a la primera, pero claro, si es una segunda temporada también hay un placer en que vuelvan los personajes de la primera. ¿Cómo iban a volver? Nos hacíamos muchas preguntas. Somos de ponernos trampas muchas veces para ver cómo salimos de ellas.

Roberto: Nos funciona pensar lo que no queremos hacer. Por ejemplo, un revival de todo. Era una idea muy clara para la segunda temporada. Les juntamos a todos en la boda de no sé quién. Y era como, eso no me apetece. Así no. Entonces fuimos eliminando posibilidades.

Clara: E incluso a veces probamos a ir por ahí, metemos la pata a ver cómo está el agua. Y sobre la estructura, lo que nos preguntaba mucha gente con respecto a la segunda cuando se empezó a hablar de ella era, "¿Va a ir para atrás también?". No nos lo tomamos como una presión, pero sí nos apetecía buscar algo formal, que también es una seña de identidad de la serie y fue algo que llamó la atención en la primera. La manera de contarlo, no solo lo que se contaba. Entonces sí que le dimos una vuelta y, sin ir hacia atrás otra vez, buscamos qué estructura impulsaba mejor lo que estábamos contando en esta segunda temporada. Al final, como no es lo mismo, no sirve la misma estructura.

Roberto: Es como confiar en que la propia historia te vaya chivando la estructura.

Àlex Monner y Carla Díaz, con Ibiza de fondo, en 'La Ruta. Vol. 2: Ibiza'

Y en todo ese proceso, ¿cómo ha sido el salto de Valencia a las dos Ibizas, la turbocapitalista de los noventa y la de la llegada de inversores extranjeros de los setenta?

Borja: Dedicamos mucho tiempo a documentarnos, porque en cuanto a bibliografía, películas y documentales sobre aquel momento de Ibiza hay mucho comparado con Valencia. Realmente nuestra documentación en Valencia se reducía a un par de libros y a los taxistas de Valencia. Había mucha historia oral. Testimonios en primera persona. Aquí ha sido realmente sentarnos a leer... y había mucho.

Roberto: Sobre todo porque el alcance ya no es solo nacional, sino internacional. Hay mil libros ingleses, americanos. Es infinito. Ibiza es una cosa infinita. Realmente eso es lo que hemos descubierto. Y entonces teníamos que decidir qué contábamos a partir de todo eso.

Clara: Hubo que hacer un proceso de filtrar, porque al principio te podías sentir realmente ahogado en la documentación. Además, es que estábamos contando dos momentos históricos y había muchos temas. Creo que empezamos a afinar cuando pensamos qué queríamos contar y a partir de ahí nos documentamos enfocados en lo que iba a servir para la historia.

Roberto: A nivel de clubs había un movimiento muy claro. En un primer momento, lo importante eran las discotecas, ir a Amnesia o a Space; luego eran las fiestas de los promotores ingleses, ir a Cream, ir a Manumission; y, por último, el DJ es la estrella. Tuvimos que entender ese recorrido y ahí vimos el espejo de eso con en el primer touroperador inglés, cuando todo aquello empezó mientras estaba bullendo el movimiento hippie. Esos dos momentos eran los que mejor nos iban para tener dos piedras que chocaran e hicieran fuego.

Borja: Y luego a la vez había otro espejo que a mí me interesaba especialmente con respecto al presente de Ibiza. Es una isla donde la gente ya no puede vivir y, vista con los ojos de ahora, la historia de Vicky de los noventa de alguna forma anticipa hacia dónde va el monstruo. Además, que el padre de Marc pusiera la primera piedra para convertir la isla en lo que es hoy, es algo muy potente a lo que agarrarse, y todo está muy bien cimentado desde ahí.

El alcance ya no es solo nacional, sino internacional. Ibiza es infinita

En la segunda temporada se os abre un gran abanico de temas: el boom inmobiliario, el tardofranquismo, la paternidad y la maternidad... ¿Qué era lo que más os apetecía contar no solo de Ibiza, sino también de los personajes en estos puntos de sus vidas?

Borja: El empuje siempre lo han tenido los personajes, como ya pasaba en la primera. A medida que les íbamos descubriendo, todo eso se iba conjugando.

Clara: Nunca escribimos pensando en temas. Como dice Borja, vamos más con los personajes y el propio personaje te va dictando un poco su historia. A partir de ahí sí que surgen los temas.

Roberto: Para mí la serie va sobre todo de quién quieres ser. La primera ya era muy así: Sento era un personaje que se inventaba a sí mismo, Marc era un tipo que dejaba su vida de estudiante para ser DJ... En la segunda creo que también y, de hecho, la última escena habla mucho del peso del pasado. Aun así, es algo que pensábamos el otro día, mucho después de hacer la serie, y era como, "Hostia, otra vez hemos vuelto a contar lo mismo", pero es inevitable. No es que lo busquemos.

Marina Salas interpreta a Leo en la línea temporal del pasado de 'La Ruta. Vol. 2: Ibiza'

Con respecto al trabajo con los actores, ¿cómo ha sido el proceso de colaboración Àlex, que ya había interpretado a Marc y ahora también hace de Manuel, y con el resto de protagonistas para construir los personajes?

Borja: En el caso de Àlex, más desde mi faceta de director, para mí es muy cómodo. Y a la hora de escribir también hay algo muy placentero en hacer una segunda temporada porque ya conoces mucho al personaje, entonces a la hora de dirigir es igual, y especialmente si además tienes una relación como la que tenemos Àlex y yo, que es muy cercana. Desde el primer momento se ha dejado la vida en este proyecto. Por ejemplo, en la última fase del proceso de casting ha estado haciendo pruebas con todas las actrices que vinieron, tanto de Vicky como de Leo. Cuando esa implicación existe... Es cierto que trabajas mucho, pero el resultado se ve. Además, era la primera vez que dirigía seis capítulos seguidos, lo cual es muy cansado, pero cuando llegaba al set y veía a amigos y a gente que estaba tan involucrada en el proyecto, que les encantaban los guiones... Es más fácil. No venimos aquí a cumplir o a hacer las tres o cuatro secuencias que tocan, venimos a disfrutarlas, a cambiar cosas.

Roberto: Es un poco como de compañía teatral, y es muy bonito lo que se ha conseguido, en la primera y en la segunda, que no es solo hacer la serie, sino que sea más importante casi que nada.

¿Y creéis que esa experiencia es repetible? Al fin y al cabo, los tiempos de producción de 'La Ruta' no son los habituales en la televisión.

Borja: Sí, yo creo que es una manera de trabajar, es la responsabilidad de cada uno con su trabajo. Por ejemplo, cuando antes decíamos sobre el guion que todo va encajando... Bueno, todo encaja si te tiras un año leyendo y luego te tiras un año escribiendo, claro. Entonces, encaja, sí. Y luego los temas se entremezclan con la realidad de los personajes y lo que quieres contar, pero porque los temas ya te los sabes de memoria tras haberte leído toda la bibliografía de Ibiza.

Clara: La escritura lleva su tiempo, la dirección de actores lleva su tiempo... Para hacer algo bien necesitas tiempo, en cualquier profesión, aunque a veces da la sensación de que aquí hay que sacar las cosas rápido. Pues no. Creo que era Lynch el que decía que, si tuviera que darle un consejo a un director, era que dijera "Todavía no está". Pues nosotros llevamos tres años diciendo "Todavía no está". Lógicamente, los productores te preguntan, pero tenemos la suerte de tener a Caballo detrás y también la paciencia de Atresplayer, que han entendido que necesitábamos este tiempo.

Roberto: La serie se ha favorecido del entorno de Atresplayer y, por supuesto, del de Caballo, que nos da la garantía de tomarnos el tiempo necesario para que las cosas salgan de la manera que nosotros queremos. Luego ya será lo que sea, pero que nosotros nos quedemos satisfechos. Y sinceramente hoy lo pensaba viendo el capítulo, "Bueno, no sé cómo irá, pero qué gusto. Tres años después estoy aquí y me gusta mucho lo que estoy viendo".

Tuvimos una idea cojonuda para la tercera temporada y dijimos, 'No, no. Vade retro, Satanás'

Y después de dos temporadas y todo este esfuerzo, ¿sentís que ya habéis contado la historia de 'La Ruta' o existe la posibilidad de un tercer volumen?

Roberto: Tenéis que ver dónde acaba la segunda, pero en principio con estas dos ya estaría. El otro día lo hablábamos y tuvimos una idea cojonuda para la tercera. Y era como, "No, no. Vade retro, Satanás". Si pasa, tendría que ser dentro de muchos años y, si hay más, habrá, pero de momento esto es todo y, desde luego, creo que las dos temporadas cuentan una historia de forma clara. No hemos trabajado con la idea de una tercera ni hoy por hoy estamos trabajando en la tercera. Lo que hay es esto.

Borja: También por la manera en la que concluye. No os podéis perder la última secuencia de esta segunda temporada.