'Juego de Tronos' tuvo a Justin Bieber como uno de sus referentes durante las primeras temporadas

Tras ocho temporadas con un abrumador éxito que ha fijado las miradas de prácticamente todo el mundo en 'Juego de Tronos', cualquiera diría que ya se conocen todos los detalles de la serie de HBO. Sin embargo, una entrevista de Rolling Stone a Sophie Turner ha revelado la participación en el comienzo de la ficción de una inesperada celebridad: Justin Bieber.

Justin Bieber junto a Joffrey Baratheon de 'Juego de Tronos'

Al parecer, la actriz usaba al cantante como referencia en todas sus escenas con Joffrey Baratheon, el niño rey al que interpretó Jack Gleeson. Según relata la actriz, que interpreta a Sansa, fueron David Benioff y D. B. Weiss, los creadores de 'Juego de Tronos', quienes le dieron estas indicaciones: "Mira a Joffrey como si fuese Justin Bieber e imagínate esa vida".

De este modo, para la actriz hay un paralelismo entre la admiración que su personaje siente en este punto de la serie por el hijo de Cersei y la que profesan sus fans a la estrella del pop. "Ella ve el mundo a través de esas gafas color de rosa muy al principio", se explicaba Turner para explicar la influencia de Bieber en su trabajo: "Es como cualquier fan de Justin Bieber, no se dan cuenta de que Justin tiene su propia oscuridad consigo".

Conociendo a Justin

La referencia al fandom musical es muy oportuna para Turner, que admite que durante su adolescencia fue "una Belieber con toda una pared de mi habitación dedicada a él". De hecho, ya ha confesado una divertida anécdota que le sucedió al conocer en persona al propio Justin Bieber, al que le presentó su futuro marido Joe Jonas, quien también fuera una estrella musical adolescente en su momento.

Según contó en 'The Late, Late Show With James Corden', la británica estaba en una fiesta junto a su pareja en una casa cuando se produjo el encuentro con su ídolo de adolescente. Pese a que ya había pasado el tiempo desde entonces, Sophie Turner no pudo evitar ponerse nerviosa y saludarle de forma incómoda, e incluso tuvo que meterse en un armario durante unos minutos para contener sus gritos de emoción después de verle de lejos.