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Las fotografías más sexys de Can Yaman 28 fotos
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Can Yaman, deportista y sexi
Can Yaman posa preparándose para un combate de boxeo
Can Yaman se prepara para un combate de boxeo
Can Yaman frente al espejo semidesnudo
Can Yaman sale de la piscina con el torso desnudo
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Can Yaman, semidesnudo entre la vegetación
Can Yaman, de 'Pájaro Soñador', pasea sonriente
Can Yaman, de 'Pájaro Soñador', disfrutando de un baño en la piscina
Can Yaman, de 'Pájaro Soñador', en una prueba de vestuario
Can Yaman, de 'Pájaro Soñador', mira desafiante a cámara
Can Yaman, de 'Pájaro Soñador', posa sensual
Can Yaman, de 'Pájaro Soñador', posa con el torso desnudo en una cama
A los protagonistas de 'Erkenci Kus: Pájaro soñador' les está costando encontrar el camino hacía la reconciliación. El año que han pasado separados parece no haber menguado el enfado de Sanem hacía el fotógrafo, pues le es imposible olvidar el trágico accidente provocado por Can, que terminó con Yigit, su editor jefe, en el hospital con la espalda rota.

Can, Sanem y Yigit en el jardin de la casa de ella en 'Erkenci Kus: Pájaro soñador'
Un año después, los tres vuelve a encontrarse en casa de la joven escritora, un reencuentro en el que la cordialidad brilla por su ausencia. Can acude para pedir perdón a Yigit por el daño causado, ya que desde entonces el editor debe ir con una muleta para poder andar, un acto que deja sorprendida a Sanem, incapaz de reaccionar ante la situación. Yigit, por su parte, estalla de ira al ver que su mayor enemigo y rival acaba de regresar, trastocando todos sus planes.
"Le has hecho mucho daño a todos los que te rodean. Creía que no te volvería a ver", exclama el editor, a lo que Can responde con tranquilidad que, si no quiere verle, que no venga donde él está, refiriéndose a la casa de Sanem, donde su padre se encuentra reposando de su fingida enfermedad. "¿Crees que este es tu sitio?, ¿Cerca de Sanem?", cuestiona Yigit al fotógrafo, momento en el que Can y la escritora se miran intensamente, esperando que alguno de los dos dé el paso definitivo.
La insistencia de Yigit
Sanem no soporta más la presión y decide marcharse a la cocina para así poder evitar seguir viendo discutir a dos de los hombres más importantes de su vida. Yigit sigue a la joven, dejando a Can plantado en el jardín, y le muestra su descontento con el inesperado regreso del fotógrafo, al que no soporta desde que iniciara su relación la escritora: "Nuestra vida ha empezado a desmoronarse cuando Can ha vuelto".





