Nuevo restaurante de 'First dates', en imágenes 12 fotos
Lidia Torrent posa en el nuevo restaurante de 'First Dates'
Baño del nuevo restaurante de 'First Dates'
Salón principal del nuevo restaurante de 'First Dates'
El equipo de 'First Dates' posa en el nuevo restaurante
Cristina y Marisa Zapata posan en el nuevo restaurante de 'First Dates'
Sala privada en el nuevo restaurante de 'First Dates'
Nueva zona superior en el restaurante de 'First Dates
Yulia Demoss en el nuevo restaurante de 'First Dates'
Carlos Sobera en el nuevo restaurante de 'First Dates'
Matías Roure en el nuevo restaurante de 'First Dates'
Nuevo espacio del restaurante de 'First Dates'
Presentador y camareros posan en el nuevo restaurante de 'First Dates'
Diego, un hombre jubilado de 71 años, se llevó una gran desilusión al ver lo que le esperaba dentro del restaurante del amor más conocido de la televisión: el de 'First Dates'. Procedente de Córdoba, se quedó prendado de Lidia Torrent cuando le recibió en la puerta, a quien le mostró la ilusión que le estaba haciendo verla, ya que era "guapísima". La camarera aprovechó para preguntarle qué tipo de mujer buscaba y esto es lo que recibió por respuesta: "Una que merezca la pena, que sea formalita y que me respete".

Diego y Margarita, en 'First Dates'
Sin embargo esos valores no parecían importarle tanto como el físico. "Si esa es mi pareja me habéis matado. Es muy mayor, no me gusta", comentaba Diego sobre Margarita, su cita, únicamente viéndola sentada en la barra mientras le esperaba. Más tarde y a solas, él recordaría el momento ante las cámaras de este modo: "De espaldas ya no me gustó y dije: Hostia, espero que esto no sea para mí".
Pero la cosa no quedó ahí, evidentemente. Diego se acercó para ver de cerca a Margarita y el desánimo por conocerla iba en aumento. "Cuando le vi la cara ya me mató. ¿Cómo me ponen una mujer así? Yo que venía ilusionado", contaba en los totales a cámara para seguir cargando contra ella y su físico: "Y como tiene toda la cara llena de pecas, le afea mucho".
"Se habrán equivocado"
Diego continuaba pensando que se trataba de una broma. "Se habrán equivocado", continuaba repitiéndose el comensal, que además, si ya le había tirado los trastos a Lidia, ahora lo estaba haciendo con las dos camareras gemelas. "Yo no estoy para pasear abuelas todavía", comentaba en referencia a Margarita, dos años mayor que él, quien estaba siendo testigo de todo lo que ocurría y del poco interés que estaba mostrando en ella.






