Parrales pide ayuda a un sacerdote
Desde que Berta regalara su casa a Parrales, Antonio Recio vive en un sinvivir por lo que decide llevar a cabo un plan para echar al intruso de su casa. Tras intentar, sin éxito, engañarlo con una falsa güija y asustarlo con una cabra maldita, decide echar el resto con un plan definitivo: hacer creer a Parrales que Berta está poseída por el demonio para espantarlo y que se marche de su hogar. El problema es que su repartidor de marisco, en vez de marcharse, se asusta tanto que pide ayuda a un sacerdote experto en exorcismos para sacar a Satanás del cuerpo de Berta, un pobre sacerdote que termina pagando los platos rotos del plan al quemarse con la falsa cruz que expulsa fuego...
Añadida el: Lunes 23 de Mayo de 2011
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